Estábamos convencidos de ser los reyes de la invención de cargos "de confianza" para quedar bien con nuestros amigos. Pero estos nos ha ganado por "años luz"
Se llama Mazlan Othman nacida en Seremban, Malasia, en 1951 . Hasta hace unas pocas horas era una completa desconocida para la inmensa mayoría del mundo. Mazlan Othman, hay que tener presente esel nombre, nació en Malasia y es astrofísica, lo que suena un poco extraño o, si quiere ser positivo, a emblema de justicia poética. Mazlan Othman es hoy una persona de indudable trascendencia en el devenir inmediato del planeta Tierra, en nuestro futuro más inmediato. Y es que esta malaya desconocida ha sido nombrada embajadora de Naciones Unidas para el Espacio, y será la encargada de coordinar la respuesta de los humanos cuando se produzca el contacto con los extraterrestres.
Los más despistados entre ustedes quizá se habrán preguntado en qué día estamos, olfateando la noticia disparatada y absurda con la que los señores de la prensa nos hacían antaño un lúdico guiño el día de los Santos Inocentes. Pero no, no es una broma más o menos jacarandosa, la amiga Mazlan Othman es nuestra embajadora ante los marcianos, la ha nombrado la ONU y el asunto es serio.
Aún no sabemos en qué consiste con exactitud el cargo a desempeñar por la malaya. Los primeros que tendrán la suerte de enterarse serán los sesudos y muy británicos miembros de la Royal Society, institución muy vetusta y más loable situada en el condado de Buckinhghamshire, en la siempre simpática Inglaterra. Allí nuestra ya amiga Othman, actual directora de la Oficina de Naciones Unidas para el Espacio Exterior, dará explicaciones, y lo hará, según parece, por extenso.
La ONU ha juzgado necesario nombrar a la embajadora para los extraterrestres por una causa fundamental: el gran número de planetas que orbitan estrellas y que han sido descubiertos recientemente. Es decir, que las probabilidades de encontrar vida más allá de nuestros confines va estadísticamente en aumento y hay que estar preparados por si las moscas.
La astrofísica malaya ha hecho ya unas atinadas declaraciones a The Daily Telegraph, palabras que son más o menos las siguientes: “La constante búsqueda de comunicación extraterrestre mantiene la esperanza de que la Humanidad pueda recibir sus señales algún día. Cuando lo hagamos, deberíamos tener preparada una respuesta coordinada que tenga en cuenta todas las sensibilidades relacionadas con esta cuestión, y la ONU es un mecanismo especialmente diseñado para tal coordinación”.
Pero lo más notable es que hay un tal Richard Crowther que es nada más y nada menos que experto (sic) en Derecho Espacial. No nos cabe en la cabeza que alguien pueda ser experto en algo inexistente, pues no nos imaginamos a los probables extraterrestres sometiéndose a las normas de unas leyes que desconocen y que no les han sido sometidas a aprobación. Sin embargo sospecho que el Derecho Marxista es casi seguro que es de fácil comprensión por todos los leguleyos de la infinita galaxia, y eso de “la parte contratante de la primera parte...” será comprendido por cualquier marciano que nos visite. Nuestro experto en Derecho Espacial ya anunciado que “cuando (los extraterrestres) nos digan ‘Llevadme ante vuestro líder', Othman será lo más próximo que tendremos”.
Por Richard Crowther nos enteramos de la existencia de un Tratado del Espacio Exterior de 1967. Ese año los miembros de las Naciones Unidas acordaron que el mejor método para proteger la Tierra de una contaminación alienígena pasaría por la “esterilización” de los extraterrestres, pero ahora Crowther espera que la astrofísica malaya idee un plan en el que la tolerancia sea la clave. ¡Nada de esterilización!, creo que decretará Mazlan Othman, al revés, cuanta más promiscuidad y alianza de civilizaciones mejor. ¿Serán guapas las extraterrestres? Dejemos que lleguen a la Tierra y que la astrofísica malaya les dé la bienvenida
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