Cunado la limosna es grande, hasta el pobre desconfía
Esperanza de cambio tras dicho de Fidel
Cuba. Disidentes exigen que Castro aclare su afirmación Analistas se preguntan qué cambio seguirá a su negación del modelo cubano En Uruguay los políticos discrepan sobre su intención Uruguay: para el FA buscaría hacer alguna corrección
CAROLINA BELLOCQ
El hecho de que Cuba no haya desmentido los dichos de Fidel Castro sobre la caída de su modelo, abre la posibilidad a una mayor apertura económica en la isla, aunque para que esto suceda aún deberían darse varios pasos, concuerdan los expertos.
"El modelo cubano ya no nos funciona ni a nosotros mismos". La frase, dicha por el gestor de la Revolución Cubana Fidel Castro a un periodista norteamericano, sorprendió a nivel internacional por lo "inédito".
"Si bien se trata de algo que saben todos en Cuba, el hecho de que lo haya dicho Fidel Castro tiene ciertas implicaciones porque indica que se podría acelerar un proceso de cambio", explicó a El País el director del Instituto de Estudios Cubanos del la Universidad de Miami Jaime Suchlicki.
El analista nacido en Cuba destacó que Castro "podría estar apoyando a su hermano en las pequeñas reformas que ha hecho", pero que en ningún caso se estaría refiriendo a una apertura económica total porque "muchas de estas medidas son preventivas y no implican cambios estructurales".
"Lo que nos preguntamos ahora es ¿qué tipo de cambio vendrá?, ¿cómo es posible cambiar el sistema?, o ¿hacia dónde se puede ir?", opinó Suchlicki.
Según el experto cubano radicado en Miami, tras los dichos del comandante los actores del Partido y de las Fuerzas Armadas que son mejor vistas podrían demandar más cambios. "Incluso el cubano de a pie podría empezar a decir que como lo dijo el comandante, el sistema no sirve", estimó.
Pero para que esto suceda aún deben verse más señales de apertura, según analizó Yoani Sánchez. La disidente cubana, recientemente galardonada por el Instituto Internacional de la Prensa como una de sus "60 héroes por la libertad de prensa en el mundo``, comentó que "mientras Castro no tome un micrófono y lo diga en la televisión nacional o en la explanada de la Universidad, es como si no lo hubiera dicho".
Sánchez explicó a El País que los dichos de Castro no trascendieron en Cuba y apenas son conocidos por quienes "tienen algún camino paralelo para acceder a Internet o reciben información por mensaje de texto o e-mail". Es por esto que la bloguera y filóloga exigió "emplazar" al líder, para que "aclare lo que dijo y ceda el espacio a las transformaciones que habría que hacer para cambiar ese modelo que él mismo ha dicho que no funciona".
Por otra parte, reconoció la disidente, "la situación económica del país da muy poco tiempo para pensar en esas intrigas de Palacio" y "ninguna frase que se diga hacia afuera distrae la atención de los problemas cotidianos".
En abril Raúl Castro anunció que sobran más de un millón y medio de trabajadores en el país -25% de la fuerza laboral activa- y que las plantillas serían reducidas.
Por otra parte, no está claro el impacto que la afirmación de Fidel Castro podrá tener a nivel internacional. El experto de la Universidad de Miami comentó en este sentido que "no se trata de una posición de negociación sino antiamericana" y apoyó esta opinión en el hecho de que, desde que volvió a la escena pública, el líder siempre ha tenido discursos antiamericanos y de apoyo a Venezuela, Irán y Corea del Norte.
Por su parte, Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios argentino Unión para la Nueva Mayoría, aseguró que las realidades por las que atraviesan Cuba y Venezuela "van a potenciar el modelo del presidente brasileño Luis Lula Da Silva".
"Es paradojal que Cuba avance hacia el capitalismo, comenzando por la privatización de la microeconomía, y que al mismo tiempo Hugo Chávez avance hacia el socialismo a través de la propiedad comunal. Chávez y los Castro tienen en común que están fracasando económicamente, la diferencia es que ellos lo reconocen y el primero no", explicó a El País.
Oposición saludó autocrítica y oficialismo la puso en duda
C.B. El senador Eduardo Lorier, secretario general del Partido Comunista, desconfía de la veracidad de la aseveración de Fidel Castro sobre la pérdida de vigencia de su modelo y dijo que el asunto debe ser analizado "con pies de plomo".
"Sospecho de esa frase y de esa traducción", declaró a El País, al tiempo que opinó que "hay muchas experiencias de ese tipo" y mencionó los rumores que hace unos años aseguraban la muerte del líder revolucionario.
"Tal vez quiso decir que el proceso cubano tiene muchas cosas buenas -como la educación, la ciencia y la tecnología- y algunas importantes de corregir, como lo relacionado con la productividad en el sector agropecuario, la producción de alimentos y las importaciones", estimó. Comentó que una negación "total y absoluta del proceso cubano sería como negarse a él mismo".
Osvaldo Méndez, del MPP, enmarcó las declaraciones de Castro en un período de análisis "propio de todo proceso" y estimó que "Fidel es el que conoce más a fondo el proceso y tiene toda la autoridad para poder hacer una autocrítica".
El dirigente sindical Juan Castillo, en tanto, aseguró que Castro busca "perfeccionar el sistema" para llevarlo "hacia un mayor socialismo".
Desde el Partido Independiente Pablo Mieres deseó que "ojalá sea una reacción de sensatez" y comentó que "todo lo que signifique una autocrítica al régimen autoritario es una señal que tenemos que mirar, sin engañarnos pero tomándola como lo que es".
Desde la oposición celebraron la afirmación de Castro. El ex presidente y líder del Partido Nacional, el senador Luis Alberto Lacalle, dijo que se trata de "una confesión que a muchos les traerá desazón porque hasta ahora creyeron en esa receta, y que a otros confirmará que desde el momento en que comenzó ese totalitarismo, era inconducente".
"Los que miramos el proceso de lejos pero queremos mucho a Cuba pensamos cuánta sangre, cuánta muerte, cuánta tortura y cuánto exilio tuvo que haber para que este hombre confiese que se había equivocado", dijo a El País.
Algo similar manifestó el líder de Alianza Nacional, el senador Jorge Larrañaga, que destacó que pasaron "más de 50 años de postergación, aislamiento, pobreza y persecución", e invitó a "evaluar qué sucede, porque es un reconocimiento muy fuerte".
El senador colorado Pedro Bordaberry, por su parte, opinó que lo que dijo Castro -"el último vestigio que queda de un mundo de enfrentamientos", según lo llamó- debe ser considerado en perspectiva.
"No hay más Unión Soviética; no hay más Muro de Berlín; en esta última crisis Estados Unidos hizo, contra todos los principios de libre mercado, la mayor intervención que uno pueda recordar, al igual que Europa. Ahora Fidel Castro dice que el modelo cubano tampoco sirve, China está reconociendo la propiedad privada y Vietnam tiene un tratado de libre comercio con EE.UU.: creo que esto es el final de un tiempo de muchos errores, donde pasaron muchas cosas y donde, al fin y al cabo, se reconoce que ni el socialismo soviético ni el sistema capitalista puro han funcionado. Ni Adam Smith ni Karl Marx", explicó a El País.
Lo que opinan en uruguay
P. Bordaberry: "Esto es el final de un tiempo"
SENADOR del P. COLORADO
Fidel es quizá el último vestigio de un mundo de enfrentamientos. Quizá sea el final de un tiempo de muchos errores donde, al fin y al cabo, ni la URSS ni el sistema capitalista puro funcionaron".
J. Larrañaga: "Recién ahora se dan cuenta"
SENADOR DEL PARTIDO NACIONAL
El régimen de Cuba es una contradicción que duró 50 años y recién ahora se dan cuenta. Habrá que ver qué tipo de incidencia real tienen los dichos de Fidel Castro en el actual gobierno de su hermano".
E. Lorier: "Sería como negarse a sí mismo"
SENADOR DEL FRENTE AMPLIOPienso que Castro se refirió a la necesidad de cambiar algunos aspectos y no a una negación total y absoluta del proceso cubano, lo que sería como negarse a él mismo. Pero hay que tomárselo con pies de plomo".
El País Digital
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