NUESTRA EDUCACIÓN

Hace un tiempo publicábamos nuestra opinión con respecto a la Educación en nuestro país. Ahora nos damos cuenta que, no solo no estábamos errados, sino que la situación es mucho más grave. Según los integrantes de los “gremios” de la enseñanza, todo puede arreglarse con más dinero. ¿Qué mérito han desarrollado hasta ahora, más que crear un sistema que solo beneficia a quien tiene poder adquisitivo y puede mandar a sus hijos a Institutos privados?
Leamos el Editorial del diario El País del día de hoy.

Un disparate
La gremial de docentes de Secundaria, Fenapes, perdió la brújula. Desde comienzos de año hasta ahora todos son reclamos de su parte, en especial, el de más presupuesto, como si todos los problemas -deserción de alumnos, ausencia de los profesores- se arreglaran con más dinero. En el quinquenio anterior se los contempló en el presupuesto, decisión que según el entonces ministro de Economía, Danilo Astori, no se reflejó en una mejora en la calidad de la enseñanza.
Ahora, en las asambleas gremiales a celebrarse en los próximos días, Fenapes discutirá una medida de lucha sin precedentes en la historia de nuestra educación: un paro de cinco días consecutivos. Es decir, una suerte de huelga general en la enseñanza. Uno de los adalides de semejante disparate fundó su propuesta en que era una manera de mostrar que el gremio quiere "ir a fondo". Por si fuera poco y como preparación de esa medida extrema, desde fin de mes se comenzarán los paros parciales o de 24 horas según los casos, a efectos de ir distorsionando el dictado de las clases en todo el país.
El actual ministro de Economía, Fernando Lorenzo, que prepara el nuevo presupuesto mientras recibe presiones de todos lados, advirtió que "la educación no es la única prioridad puesto que también hay que atender otras áreas como la seguridad pública y la vivienda". Sería bueno que la gente de Fenapes meditara estas palabras y comprendiera que hay que mirar al país en su conjunto sin los anteojos particulares de quienes ya obtuvieron el tan anhelado 4,5% del PBI para la educación y ahora elevan la apuesta exigiendo el 6% del PBI. Si eso se les otorga ¿quién garantiza que se dedicarán a cumplir con su deber en tiempo y forma?
El País Digital