domingo, 18 de diciembre de 2011

¿HASTA CUANDO SEGUIREMOS SIENDO SOMETIDOS POR EL GOBIERNO ARGENTINO? ¿DONDE ESTÁ NUESTRO PRESIDENTE?

MALVINAS

Argentina intercepta barco español surto en Montevideo
Hacemos nuestras las palabra de Pablo Mieres del P. Independiente

"Lo único que explica esto es la actitud de sumisión del gobierno uruguayo con respecto al argentino a cambio de nada".

Un barco militar argentino pretendió ayer abordar a un pesquero con bandera española que había zarpado del puerto de Montevideo con destino a la zona de faena en el Atlántico Sur y con autorización británica para operar en el área de las Islas Malvinas. La Armada uruguaya debió intervenir a fin de asegurar la libre navegación del pesquero español y permitir que salga a altamar por aguas nacionales.




Persecución. Un incidente entre un guardacostas argentino y un pesquero español, que se resguardó en aguas jurisdiccionales uruguayas, tensó ayer la situación diplomática entre los tres países.
El comandante de la Armada, Alberto Caramés, explicó ayer a El País que un avión de la aviación naval acompañó al buque español mientras navegaba por aguas uruguayas "para proteger su libre navegación y permitir que salga a altamar por aguas uruguayas".
Según Caramés, el episodio fue monitoreado de cerca por Mujica y por el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro y el canciller Luis Almagro.
A las 08.30 de ayer, el pesquero español "Villa Nores", de 41 metros de eslora, zarpó desde el puerto de Montevideo, su base de operaciones, con destino a la zona de faena en el Atlántico Sur, y con la patente concedida por la autoridad británica para pescar en el área de las Islas Malvinas.
Horas después, a unas nueve millas náuticas al sur de Piriápolis, en aguas de uso común del Río de la Plata, el barco fue interceptado por el guardacostas "GC24 Mantillas" de la Prefectura Naval Argentina.
En un episodio que Caramés calificó de "acoso radial", el guardacostas le indicó al capitán español que de acuerdo a lo establecido en el decreto 256/2010 del gobierno argentino, le comenzaría a realizar una serie de preguntas relacionadas con destino del buque, el nombre del capitán, del armador y la cantidad de tripulantes, entre otras cuestiones.
El oficial argentino le dijo al capitán que su buque había navegado por aguas argentinas, por lo cual debería contar con la autorización correspondiente. Además, la unidad argentina intimó al patrón de la embarcación española a que parara máquinas con el objetivo de ser abordado por una dotación de presa de efectivos navales.
El capitán no hizo caso a la orden impartida desde el buque argentino, y se contactó con el agente marítimo de la empresa Tranship de Montevideo, quien le recomendó que retornase a aguas jurisdiccionales uruguayas. El pesquero aumentó la velocidad para ingresar a la zona de siete millas náuticas de jurisdicción exclusiva uruguaya, que va desde Colonia a Punta del Este. El navío argentino, en tanto, permaneció navegando en paralelo al buque pesquero, a unas 30 millas náuticas, en aguas comunes del Río de la Plata.
El incidente fue monitoreado desde el centro de control marítimo de la Prefectura de Puerto de Maldonado, dependiente de la Jefatura Océano Atlántico de la Prefectura Nacional Naval. Desde la unidad ubicada en el puerto de Punta del Este se contactó al patrón de la embarcación española para conocer la situación y su intención.
Mientras tanto, el comando de la Armada dispuso el despegue de la aeronave de patrulla marítima Beechcraft Super King Air 200 T de los Escuadrones de la Aviación Naval de Laguna del Sauce.
La aeronave de exploración marítima sobrevoló al pesquero y al guardacostas argentino tomando imágenes que incluyen la latitud y la longitud de sus respectivas ubicaciones.
Las imágenes con los referidos datos permitirán establecer si el guardacostas en algún momento violentó la soberanía del país al traspasar los límites establecidos.
Anoche había cierto nerviosismo en esferas del gobierno sobre si el guardacostas argentino continuaría siguiendo al pesquero en aguas internacionales para abordarlo y conducirlo a un puerto de su país en calidad de detenido. Finalmente, el pesquero continuó hasta la altura de Isla de Lobos y luego ingresó en aguas internacionales hacia su destino de trabajo, y no fue abordado por el buque argentino.
Según Caramés, la Armada "hizo soberanía" y aseguró "que los buques de tercera bandera puedan salir a altamar sin inconvenientes para llevar a cabo sus faenas".
El incidente constituye un aumento de la presión argentina sobre los barcos pesqueros que operan en el Atlántico Sur desde el puerto de Montevideo. El caso causó un gran malestar y preocupación entre los operadores marítimos que se encargan de abastecer a estos barcos.
En los últimos tiempos, naves argentinas interceptaban a los pesqueros que zarpaban desde Montevideo para cumplir un "amedrentamiento radial", exigiendo por ese medio de comunicación todo tipo de detalles sobre el barco.
La presión argentina se hace sentir desde un año atrás, lo que motivó que los barcos pesqueros que operan desde Montevideo no pasen más al oeste de la isla de Flores. Por las presiones argentinas, los pesqueros de cualquier nacionalidad, navegan dentro del corredor de siete millas náuticas de jurisdicción uruguaya y a la altura de Punta del Este se internan al Océano Atlántico.



1 comentario:

La Ciudadana dijo...

Si lo leí, vos viste?? a dónde pretenden llevar esto? Será que están tan, pero tan mal que quieren hacer como en la dictadura, distraer a la gente con otra guerra?