La policía de Houston, Texas, distribuyó un curioso y acertado panfleto titulado:
“Cómo criar hijos delincuentes.”
El contenido decía lo siguiente:
Déle a su hijo todo lo que pida. De esta manera su hijo crecerá pensando que tiene derecho a obtener todo lo que desea
Ríase cuando su hijo diga malas palabras. De esta manera su hijo crecerá pensando que el vocabulario soez divierte a la gente y se esforzará por incrementar su repertorio de malas palabras.
Jamás oriente a su hijo en el área espiritual. Deje que cuando sea adulto él decida lo que quiera creer. No reprenda y no discipline a su hijo por su mal comportamiento, “podría dañar su autoestima”. De esta manera su hijo crecerá pensando que no existen reglas en la sociedad.
Recoja todo lo que su hijo desordena. De esta manera su hijo crecerá creyendo que otros deben hacerse cargo de sus responsabilidades.
Permítale ver cualquier programa en la televisión. De esta manera su hijo crecerá con una mentalidad “abierta y desinhibida”.
Peléense delante de sus hijos. De esta manera, sus hijos no se sorprenderán cuando tengan que divorciarse (además crecerán con mucha rabia dentro de ellos).
Dé a su hijo todo el dinero que pida. De esta manera su hijo crecerá pensando que obtener dinero es fácil y no dudará en robar para conseguirlo.
Siguiendo estas instrucciones le garantizamos que su hijo será un delincuente y nosotros tendremos una celda lista para él. (Tomado de Internet)
Nosotros agregaríamos:
Si su niño le da un puñetazo o un puntapié, celébreselo y ¡ría con sus ocurrencias!, al fin y al cabo es solo un niño. (¡Fomente su agresividad y falta de respeto!)
Deje que su hijo maltrate animalitos, ¡está conociendo la naturaleza! (Se ha comprobado que los asesinos en serie, comenzaron maltratando animales)
En la sociedad actual, se suaviza todo lo que antes se llamaba por su nombre. Antes se decía niño malcriado, ahora se dice niño hiperactivo. Antes se disciplinaba, se imponían reglas, se regañaba, se enseñaban buenos modales. Ahora no se puede, “no hay que
limitar al niño, hay que dejarlo hacer lo que quiera, porque si no, ¡se puede traumar!”
Estos métodos modernos, lo único que han hecho es producir niños y adolescentes groseros e insolentes con padres y maestros.
Se han perdido los valores, porque como a los niños se les debe dejar hacer lo que quieran, no aprenden la diferencia entre el bien y el mal. Una nalgada, puede significar la denuncia de parte de un vecino e incluso hay niños que han amenazado a sus padres con denunciarlos si se atreven a castigarlos.
La educación es la herencia más grande que les podemos dejar a nuestros hijos. Es a la vez una herencia para la sociedad misma, ya que solo pueden formarse hombres íntegros, útiles a la sociedad, a través de una educación que incluya buenos valores y responsabilidad.
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