jueves, 9 de febrero de 2012

UNA VERDAD QUE DEBERÍAMOS VER TODOS

Compartimos el artículo publicado en El País de hoy. No me rece más comentarios. Está toda la verdad


Entreguismo apátrida


RICARDO REILLY SALAVERRI
Lo que se llama Frente Amplio o cosas por el estilo ha sido siempre una aglomeración sin patria, producto final de una corriente inmigratoria que apostató de lo criollo, desde más o menos 1876 en adelante. Por ese entonces se ubican las primeras declaraciones de italianos y españoles que lejos de agradecer a la tierra que les recibía, proclamaban el internacionalismo como enseña y el caos social como instrumento para una utopía sin cimientos.
El socialismo de Frugoni, el socialismo en general, el comunismo y las organizaciones terroristas cuyos miembros hoy nos desgobiernan vienen de allí. Todo ello con una particularidad. Estos revolucionarios de la nada lo que en el fondo querían ayer como hoy era apropiarse de la hacienda y la vida ajena y gozarla como propia. Sin talentos ni virtudes. Y, sin "laburo" personal.
Mirar al gobierno actual es mirarse en el espejo de la peor decadencia histórica. Desde la apariencia personal hasta el lenguaje, y, no nos engañemos, la abrumadora carga tributaria que padecemos los uruguayos (más de dos mil y pico de dólares por año promedialmente), es para pagar una burocracia tan gorda como ineficiente.
El Partido Nacional, reza la prensa, a partir de un informe del senador Sergio Abreu, realizará una operación parlamentaria para exigir justificaciones a la entrega de soberanía que -la fuerza apátrida- viene practicando desde la Presidencia de Tabaré Vázquez.
El primer acto de entreguismo, repugnante para muchos que nos hicimos en la escuela de Luis Alberto de Herrera, fue en la campaña electoral de 2004, cuando Vázquez nombró al Cr. Danilo Astori, como futuro ministro de Hacienda en Washington, en las puertas del Fondo Monetario Internacional.
Era decirle a las aves de rapiña que dominan el mundo sin más respaldo que una imprenta impresora de dólares, "quédense tranquilos que les ponemos un sirviente que hará lo que le manden". El impuesto a la renta de las personas físicas, un eufemismo para penalizar a la gente que se esfuerza y quiere superarse y que es un impuesto a los ingresos brutos, es una medida que apunta a controlar la libertad de la gente, expresión patética del mundo que imaginó Orwell.
El levantamiento nacional del secreto bancario va en el mismo sentido.
Nuestra sumisión a Argentina y Brasil es incalificable. ¿Qué descubrió este desgobierno? ¿Algo que los nacionalistas y otros compatriotas con vivencia de nuestra Historia no supiésemos? ¿Que Brasil -Itamaraty- consideraba que su límite natural era el Río de la Plata y que nos tocaba -para la Cancillería argentina- como soberanía la "costa seca" y no teníamos derecho al uso del agua?
Y, la frutilla del postre es la entrega nacional a los designios de la OCDE, una organización de "capos" mafiosos del más alto nivel mundial, a la que se integraron porteños y brasileros, y en la que ya nos han metido algún puñal en la espalda.
Y, sepamos que nuestros vecinos no son Teresa de Calcuta, ni Santa Teresa de Ávila. Vamos a destruir -a pedido de estos vecinos- nuestro régimen de sociedades anónimas, vamos a darle información tributaria y confidencial de nuestro país a Argentina y Brasil.
¿En qué mundo viven el Pepe y sus acólitos? ¿En el de Chávez y Fidel? ¿En el del fracaso y la indignidad nacional? ¿Hasta qué punto se seguirá entregando la soberanía nacional?

El País Digital

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