Pero ¡qué manera de tomarnos el pelo! ¿El señor Presidente recién se dió cuenta que la Cristina y sus secuaces nos tienen abajo de a pata?
¿Recién se dio cuenta que ellos hacen lo que quieres y lo que les conviene?
Y no me venga que no se pueden tomar medidas. Eso es una mentira para cubrir la incompetencia de nuestro gobierno.
¿Que los argentinos no van a venir en verano a hacer turismo? Es una mentira tan grande que ni él se la cree.
En la peor época del gobierno de Perón, cuando había amenazado con bombardear a una radio de nuestra capital, los turistas argentinos se ingeniaban para venir lo mismo.
No podemos seguir ocultando la falta de ideas y la ignorancia de nuestro gobierno.
Lo único que pedimos es que, cuando haya que votar, se acuerden que, a la izquierda criolla se le acabaron las ideas.
Un sitio en el que, espero, todo aquel que lo lea pueda dejar su opinión sobre los temas que se tratan
domingo, 26 de febrero de 2012
A costillas de la clase media
Del editoial de Juan Martí Posadas de hoy en El País, hemos extraído algunos párrafos no quitándolos de contexto.
Son sin desperdicio
"La histórica matriz política del Uruguay refiere a la construcción de una república de clase media. A través de los avatares y revolcones que supone la gestación de una nación, eso es lo que un día llegamos a ser. El Uruguay tiene un sello en ese sentido. ¿Cómo son las cosas hoy?
Puestos a averiguar las prioridades de un gobierno y cuál sea el modelo de sociedad que procura, debe investigarse dónde y en qué gasta ese gobierno el dinero: eso revelará sus preferencias. Más allá de discursos y proclamas la verdad de la milanesa está en el presupuesto. Pero hay que fijarse en los gastos que el gobierno tiene libertad para disponer, no aquellos a los que está atado (por ej. el servicio de la deuda externa, la asistencia al BPS, salarios públicos que le impone COFE o Adeom, etc.).
Pues bien: la mayor porción de los recursos de los que puede disponer hoy el gobierno frentista no ha ido a obra pública sino a lo que se llaman programas de asistencia social.
El Frente Amplio los presenta como el sello distintivo de su gestión de gobierno. Allí figuran los millones de dólares del Mides, el plan Juntos para vivienda, los ochenta y tantos proyesctos sociales de la Intendencia de Montevideo, el subsidio a los ni-ni, la reforma de la salud y otros por el estilo.
Este gasto social tiene dos características: primera, no se corresponde, en la práctica, con contraprestación alguna y es ineficaz para mejorar la suerte de quienes lo reciben. Se han publicado datos oficiales que indican que el 80% de los beneficiarios del Mides han rechazado ofertas de trabajo con salarios de $ 10.000"
"Los que Tomás Linn bautizó como "los nabos de siempre" no sólo reciben pésimos servicios del Estado a pesar de cumplir con sus obligaciones fiscales en fecha, sino que son doblemente nabos porque también mantienen a una cantidad de uruguayos que no contribuyen en nada y son perpetuados por una política del gobierno en un sistema que no los mejora ni los ayuda a salir de las dificultades."
"El Uruguay de hoy no es un país de clase media sino un país a costillas de la clase media: ese es el modelo del Frente Amplio. Como la clase media no hace revoluciones, ni cortes de ruta, ni ocupaciones, lo único que tiene para salir de este modelo es el voto: repensar lo que votó."
Son sin desperdicio
"La histórica matriz política del Uruguay refiere a la construcción de una república de clase media. A través de los avatares y revolcones que supone la gestación de una nación, eso es lo que un día llegamos a ser. El Uruguay tiene un sello en ese sentido. ¿Cómo son las cosas hoy?
Puestos a averiguar las prioridades de un gobierno y cuál sea el modelo de sociedad que procura, debe investigarse dónde y en qué gasta ese gobierno el dinero: eso revelará sus preferencias. Más allá de discursos y proclamas la verdad de la milanesa está en el presupuesto. Pero hay que fijarse en los gastos que el gobierno tiene libertad para disponer, no aquellos a los que está atado (por ej. el servicio de la deuda externa, la asistencia al BPS, salarios públicos que le impone COFE o Adeom, etc.).
Pues bien: la mayor porción de los recursos de los que puede disponer hoy el gobierno frentista no ha ido a obra pública sino a lo que se llaman programas de asistencia social.
El Frente Amplio los presenta como el sello distintivo de su gestión de gobierno. Allí figuran los millones de dólares del Mides, el plan Juntos para vivienda, los ochenta y tantos proyesctos sociales de la Intendencia de Montevideo, el subsidio a los ni-ni, la reforma de la salud y otros por el estilo.
Este gasto social tiene dos características: primera, no se corresponde, en la práctica, con contraprestación alguna y es ineficaz para mejorar la suerte de quienes lo reciben. Se han publicado datos oficiales que indican que el 80% de los beneficiarios del Mides han rechazado ofertas de trabajo con salarios de $ 10.000"
"Los que Tomás Linn bautizó como "los nabos de siempre" no sólo reciben pésimos servicios del Estado a pesar de cumplir con sus obligaciones fiscales en fecha, sino que son doblemente nabos porque también mantienen a una cantidad de uruguayos que no contribuyen en nada y son perpetuados por una política del gobierno en un sistema que no los mejora ni los ayuda a salir de las dificultades."
"El Uruguay de hoy no es un país de clase media sino un país a costillas de la clase media: ese es el modelo del Frente Amplio. Como la clase media no hace revoluciones, ni cortes de ruta, ni ocupaciones, lo único que tiene para salir de este modelo es el voto: repensar lo que votó."
LAS CONTRADICCIONES DE LA IZQUIERDA
Nunca baíamo leído una mención tan clara sobre las diferencias de la izquierda antes de ser gobernantes y la de ahora
Auge de la "cultura de gobierno"
Al principio, la izquierda llamaba "cultura de gobierno" a la experiencia forjada en el desempeño de los cargos públicos. Enarbolaban esa expresión ante compañeros de filas críticos de decisiones reñidas con la prédica tradicional de la izquierda uruguaya. Ahora, tras más de dos décadas en la comuna capitalina y adentrado su segundo mandato en el gobierno nacional, los jerarcas frentistas ya no se refugian en esa expresión sino que asumen sin complejos que su catecismo histórico estaba errado.
Para empezar, con los organismos internacionales. ¿Recuerdan aquello de "No al FMI" y "No pagar la deuda externa", dos caballitos de batalla del Frente Amplio? ¿Qué mejor testimonio del cambio que la foto de Tabaré Vázquez junto a Danilo Astori en la campaña del 2004 parados ante la puerta de un FMI que dejó de ser el ogro para ser el favorito a quien le pagamos hasta el último dólar?
Con la OEA, otrora pintada como un títere de Estados Unidos, estamos a partir piñones al punto que para cumplir con su Corte de Derechos Humanos el gobierno arrasó con la ley de Caducidad y con la voluntad popular emanada de dos plebiscitos. Plebiscitos que antes usaba el Frente Amplio para maniatar gobiernos, según confesó Mario Bergara, presidente del Banco Central; ahora no gustan y se ignoran sus pronunciamientos.
Recetas tildadas en el pasado de "neoliberales" son motivo de orgullo del equipo económico: bajar la inflación, controlar el déficit fiscal, tener las cuentas en orden, hoy se practica todo cuanto se censuraba. La asociación de capitales privados con públicos fue anatema hasta el 2005 cuando los piratas de parche y gancho pasaron a ser bienvenidos benefactores del país según los confirmaría José Mujica en el Conrad. Ni que hablar de inversores extranjeros recibidos con alfombra roja y sin los escrúpulos ecologistas que antaño hubieran llevado a rechazar con gruñidos las plantas de celulosa, la megaminería o el puente de Garzón.
Lo mismo pasa con las tercerizaciones tan polémicas antes, tan comunes hoy. O con las decenas de empresas públicas habilitadas para actuar bajo las normas del derecho privado; o con la denostada y ahora alabada reforma portuaria; o con la construcción del nuevo aeropuerto. A todo eso debió aludir Astori cuando se arrepintió públicamente de sus viejos errores, en especial de sus "posiciones contrarias al sector privado".
En seguridad pública, tierra cenagosa para el Frente Amplio, cada vez se entona menos aquella cantinela de atacar las causas sociales del delito. El "megaoperativo" es el nuevo nombre de las viejas y reprobadas razzias. Los indigentes siempre tan tolerados, hoy son expulsados de ciertas áreas de la ciudad por -¡atención!- "razones estéticas". Crecen los efectivos policiales y los instrumentos represivos, algo que la izquierda no imaginaba cuando bramaba en el llano. Todo hecho, claro está, sin reducir la criminalidad.
Aunque con los sindicatos falta mucho por hacer, la mano blanda amaga a endurecerse con un Mujica que amenaza con mellar los privilegios de la burocracia estatal. Las ocupaciones a mansalva de la era Vázquez hoy se prohíben en las oficinas públicas. Sin olvidar además aquel decreto de esencialidad para los municipales capitalinos y el insólito llamado a los militares para que salieran de sus cuarteles a limpiar las calles de Montevideo. Esa debió ser la peor pesadilla que la "cultura de gobierno" le propinó a los izquierdistas puros y duros.
En política exterior, aunque la coalición de gobierno sigue confiando en las familias ideológicas regionales con malos resultados, algunas fidelidades se destiñen. Hay menos alabanzas a la dinastía Castro y son pocos los que hoy osan elogiar a los narcoguerrilleros de las Farc o a los terroristas de la ETA como hacían antes. Eso sí, desembarcamos soldados con boina de ONU en países como Haití, algo sacrílego para los feligreses del credo sesentista que jamás soñaron que un presidente de izquierda -Tabaré Vázquez- fuera capaz de pedir la intervención estadounidense en medio de una riña con Argentina.
Hoy Mujica acepta los transgénicos en la agricultura que él vetó siendo ministro del ramo, Astori explica que la reforma de la educación de Germán Rama no era tan mala y el gobierno a coro fomenta la bancarización y festeja las cifras que prueban el auge del consumo. No cabe duda, la "cultura de gobierno" está haciendo milagros.
El País Digital
Auge de la "cultura de gobierno"
Al principio, la izquierda llamaba "cultura de gobierno" a la experiencia forjada en el desempeño de los cargos públicos. Enarbolaban esa expresión ante compañeros de filas críticos de decisiones reñidas con la prédica tradicional de la izquierda uruguaya. Ahora, tras más de dos décadas en la comuna capitalina y adentrado su segundo mandato en el gobierno nacional, los jerarcas frentistas ya no se refugian en esa expresión sino que asumen sin complejos que su catecismo histórico estaba errado.
Para empezar, con los organismos internacionales. ¿Recuerdan aquello de "No al FMI" y "No pagar la deuda externa", dos caballitos de batalla del Frente Amplio? ¿Qué mejor testimonio del cambio que la foto de Tabaré Vázquez junto a Danilo Astori en la campaña del 2004 parados ante la puerta de un FMI que dejó de ser el ogro para ser el favorito a quien le pagamos hasta el último dólar?
Con la OEA, otrora pintada como un títere de Estados Unidos, estamos a partir piñones al punto que para cumplir con su Corte de Derechos Humanos el gobierno arrasó con la ley de Caducidad y con la voluntad popular emanada de dos plebiscitos. Plebiscitos que antes usaba el Frente Amplio para maniatar gobiernos, según confesó Mario Bergara, presidente del Banco Central; ahora no gustan y se ignoran sus pronunciamientos.
Recetas tildadas en el pasado de "neoliberales" son motivo de orgullo del equipo económico: bajar la inflación, controlar el déficit fiscal, tener las cuentas en orden, hoy se practica todo cuanto se censuraba. La asociación de capitales privados con públicos fue anatema hasta el 2005 cuando los piratas de parche y gancho pasaron a ser bienvenidos benefactores del país según los confirmaría José Mujica en el Conrad. Ni que hablar de inversores extranjeros recibidos con alfombra roja y sin los escrúpulos ecologistas que antaño hubieran llevado a rechazar con gruñidos las plantas de celulosa, la megaminería o el puente de Garzón.
Lo mismo pasa con las tercerizaciones tan polémicas antes, tan comunes hoy. O con las decenas de empresas públicas habilitadas para actuar bajo las normas del derecho privado; o con la denostada y ahora alabada reforma portuaria; o con la construcción del nuevo aeropuerto. A todo eso debió aludir Astori cuando se arrepintió públicamente de sus viejos errores, en especial de sus "posiciones contrarias al sector privado".
En seguridad pública, tierra cenagosa para el Frente Amplio, cada vez se entona menos aquella cantinela de atacar las causas sociales del delito. El "megaoperativo" es el nuevo nombre de las viejas y reprobadas razzias. Los indigentes siempre tan tolerados, hoy son expulsados de ciertas áreas de la ciudad por -¡atención!- "razones estéticas". Crecen los efectivos policiales y los instrumentos represivos, algo que la izquierda no imaginaba cuando bramaba en el llano. Todo hecho, claro está, sin reducir la criminalidad.
Aunque con los sindicatos falta mucho por hacer, la mano blanda amaga a endurecerse con un Mujica que amenaza con mellar los privilegios de la burocracia estatal. Las ocupaciones a mansalva de la era Vázquez hoy se prohíben en las oficinas públicas. Sin olvidar además aquel decreto de esencialidad para los municipales capitalinos y el insólito llamado a los militares para que salieran de sus cuarteles a limpiar las calles de Montevideo. Esa debió ser la peor pesadilla que la "cultura de gobierno" le propinó a los izquierdistas puros y duros.
En política exterior, aunque la coalición de gobierno sigue confiando en las familias ideológicas regionales con malos resultados, algunas fidelidades se destiñen. Hay menos alabanzas a la dinastía Castro y son pocos los que hoy osan elogiar a los narcoguerrilleros de las Farc o a los terroristas de la ETA como hacían antes. Eso sí, desembarcamos soldados con boina de ONU en países como Haití, algo sacrílego para los feligreses del credo sesentista que jamás soñaron que un presidente de izquierda -Tabaré Vázquez- fuera capaz de pedir la intervención estadounidense en medio de una riña con Argentina.
Hoy Mujica acepta los transgénicos en la agricultura que él vetó siendo ministro del ramo, Astori explica que la reforma de la educación de Germán Rama no era tan mala y el gobierno a coro fomenta la bancarización y festeja las cifras que prueban el auge del consumo. No cabe duda, la "cultura de gobierno" está haciendo milagros.
El País Digital
lunes, 20 de febrero de 2012
LA IZQUIERDA URUGUAYA NO ES VERDE, ES VENDIBLE
Con la discusión sobre la construcción del puente sobre la laguna Garzón, se nos vino a la memoria las palabras de nuestro señor Presidente cuando les habló a los habitantes de Valizas justificando la venta de las tierras en Cabo Polonio: "¡No sean roñosos!" "Esto hay que rematarlo en pedazos, esto vale en pila. Van a venir turistas, van a hacer casas y pim pum pam, y el pobrerío les va a arreglar el jardincito, y ahí va viviendo".
Esas palabras, además de ser una verdadera afrenta e insulto hacia dichas personas diciéndoles que lo único a lo que pueden aspirar es a ser jardineros de los ricos, revelan la verdadera idea de nuestra izquierda.
En casi todo el mundo, las causas vinculadas al medio ambiente son una bandera de sectores "de izquierda", que han planteado la conservación del medio ambiente como la opción moderna para enfrentar los rasgos más rapaces del capitalismo y el mercado.
Pero nuestra izquierda se mueve por otro lado. Parecería que “si hay plata, no importa el medio ambiente”
Fijémonos en otros casos como Botnia (hoy UPM) en el gobierno de Vázquez, que quedó disimulada por la ola de nacionalismo desatada por la agresión argentina.
Y podemos seguir con otros casos como Aratirí, Montes del Plata.
En todos esos casos hay fuertes impactos ambientales, pero también hay mucha plata en juego
Esas palabras, además de ser una verdadera afrenta e insulto hacia dichas personas diciéndoles que lo único a lo que pueden aspirar es a ser jardineros de los ricos, revelan la verdadera idea de nuestra izquierda.
En casi todo el mundo, las causas vinculadas al medio ambiente son una bandera de sectores "de izquierda", que han planteado la conservación del medio ambiente como la opción moderna para enfrentar los rasgos más rapaces del capitalismo y el mercado.
Pero nuestra izquierda se mueve por otro lado. Parecería que “si hay plata, no importa el medio ambiente”
Fijémonos en otros casos como Botnia (hoy UPM) en el gobierno de Vázquez, que quedó disimulada por la ola de nacionalismo desatada por la agresión argentina.
Y podemos seguir con otros casos como Aratirí, Montes del Plata.
En todos esos casos hay fuertes impactos ambientales, pero también hay mucha plata en juego
sábado, 18 de febrero de 2012
LA "JUSTICIA" EN EL URUGUAY
Con estos señores Jueces estamos "a salvo", dicen los ladrones y asesinos. Transcribimos lo aparecido en El País de hoy
Dejarse robar
Julia Rodríguez Larreta
Da para pensar, el mensaje que acaba de enviarle a la población el Juez Juvenal Javier y para entender como algunos magistrados interpretan las leyes, vale la pena imaginar algunas situaciones.
Si dos ladrones entran en su propiedad y están robando su automóvil, hay que quedarse en casa y llamar por teléfono, sigilosamente, a la policía. Es muy probable que para cuando ésta llegue a su casa, los chorros habrán logrado "hacer el puente" y ya le habrán sustraído su medio de locomoción o de trabajo.
¿Porqué decimos esto? Muy simple. Supongamos que es de noche y usted escucha ruidos en su jardín y ve dos sombras que se meten en su camioneta, que tanto esfuerzo le costó comprar. ¡Una parte del precio todavía se la debe a su hermano, o al banco! Sin pensarlo mucho, sale de su casa y enfrenta a los ladrones. ¿Qué puede suceder?
I-Que éstos se bajen de su coche y le den nada más que una buena paliza y alguna contusión y después se alcen con su vehículo.
II- Le rompan la nariz y algunos dientes, lo pateen y además se lleven el coche.
III- Que luego de golpearlo lo metan en su casa, se apropien de su dinero y otras cosas de valor. Si alguien más se encuentra en su casa, por ejemplo, su mujer e hija adolescente, la cosa puede ser peor.
IV- Que huyan como vinieron, en su auto. No en el suyo, ya que en esta feliz hipótesis, no lo alcanzaron a arrancar. Se marcharán en el que habían robado antes y estaba estacionado en la vereda.
V- Que le peguen un tiro o varios.
Estas son algunas de las cosas que le pueden pasar a la víctima de un robo que enfrenta a ladrones, sin estar armado. Entonces ¿no es conveniente armarse y de esa forma defender su propiedad? Por varias razones, esto tampoco es aconsejable. Si el dueño se planta en frente de los forajidos y les dice: "Arriba las manos" puede recibir a cambio un balazo de quienes hasta ese momento, se esmeraban en arrancar o del "campana", escondido entre los arbustos, que lo estaba observando.
La otra podría ser que el ladrón más avezado se le ría y le diga "déjate de jo… con ese revólver, que si lo usas, vas vos en cana" y en vez de quedar amedrentados, le exigirán las llaves del rodado. ¿Qué hacer en los pocos segundos que tiene el vecino para decidir sobre cómo resolver su peligrosa situación?
En la confusión, nervioso, con miedo y o con mucha rabia - ya lo habrían robado varias veces y sabe de la sangrienta crónica roja- acaba apretando el gatillo sobre uno de los ladrones, que muere. A éste no le encuentran un arma encima aparte de un destornillador con el que estaba "trabajando". Su cómplice huye. Por lo tanto, la justicia presume que los rapiñeros no presentaban un peligro para el vecino y la víctima del intento del robo termina preso.
Para los impotentes ciudadanos, la impresión es que no hay protección legal para la víctima que trata de defender sus bienes. Solo podría disparar contra el presunto ladrón, en "legítima defensa". Preferentemente luego de ser herido o golpeado. Adelantarse al delincuente, aunque éste se encuentre en su propiedad, no corresponde. Si intenta defenderse y balea al intruso, aun dentro de su propiedad, dependiendo del juez, no si sabe si no lo mandan a la cárcel. Si acaso, mejor dejarse robar o algo peor, del momento que la delincuencia está completamente ensoberbecida.
El Juez Juvenal, que rápidamente dispuso la prisión para el suizo por matar a un ladrón de frondoso prontuario,- cuya actuación muy posiblemente haya estado conectada con la inseguridad reinante- es el mismo que el año pasado puso en libertad a un menor apodado El Pelón, a pesar de estar en conocimiento de que el joven de 17 años había cometido 2 asesinatos por haber intervenido en ambas causas. A resultas de ello, tres días más tarde, un decente repartidor de cigarrillos perdió la vida a manos de ese homicida que andaba suelto. Para justificarse, Juvenal argumentó que no había podido dictar sentencia antes de los 60 días, como demandaba la ley, porque el INAU no le había enviado un informe. Entonces, simplemente decretó su libertad. Ante semejante caso, la SCJ ordenó investigar, pero mientras tanto, el Sr. Juez ha seguido en funciones. Entre los argumentos manejados para dictar la prisión del suizo se dijo que no era un caso de legítima defensa, entre otras cosas porque el abatido no estaba armado, (no se sabe de su cómplice, pues fugó) aunque como lo hace notar el reconocido catedrático Miguel Langón, ese criterio no está establecido en la ley y no es un principio que se pueda plantear. Si lo está que queda exento de pena quien impide un daño. Más allá de que la defensa del hogar esté prevista en el código, la subjetividad del magistrado incide notoriamente.
El País Digital
Dejarse robar
Julia Rodríguez Larreta
Da para pensar, el mensaje que acaba de enviarle a la población el Juez Juvenal Javier y para entender como algunos magistrados interpretan las leyes, vale la pena imaginar algunas situaciones.
Si dos ladrones entran en su propiedad y están robando su automóvil, hay que quedarse en casa y llamar por teléfono, sigilosamente, a la policía. Es muy probable que para cuando ésta llegue a su casa, los chorros habrán logrado "hacer el puente" y ya le habrán sustraído su medio de locomoción o de trabajo.
¿Porqué decimos esto? Muy simple. Supongamos que es de noche y usted escucha ruidos en su jardín y ve dos sombras que se meten en su camioneta, que tanto esfuerzo le costó comprar. ¡Una parte del precio todavía se la debe a su hermano, o al banco! Sin pensarlo mucho, sale de su casa y enfrenta a los ladrones. ¿Qué puede suceder?
I-Que éstos se bajen de su coche y le den nada más que una buena paliza y alguna contusión y después se alcen con su vehículo.
II- Le rompan la nariz y algunos dientes, lo pateen y además se lleven el coche.
III- Que luego de golpearlo lo metan en su casa, se apropien de su dinero y otras cosas de valor. Si alguien más se encuentra en su casa, por ejemplo, su mujer e hija adolescente, la cosa puede ser peor.
IV- Que huyan como vinieron, en su auto. No en el suyo, ya que en esta feliz hipótesis, no lo alcanzaron a arrancar. Se marcharán en el que habían robado antes y estaba estacionado en la vereda.
V- Que le peguen un tiro o varios.
Estas son algunas de las cosas que le pueden pasar a la víctima de un robo que enfrenta a ladrones, sin estar armado. Entonces ¿no es conveniente armarse y de esa forma defender su propiedad? Por varias razones, esto tampoco es aconsejable. Si el dueño se planta en frente de los forajidos y les dice: "Arriba las manos" puede recibir a cambio un balazo de quienes hasta ese momento, se esmeraban en arrancar o del "campana", escondido entre los arbustos, que lo estaba observando.
La otra podría ser que el ladrón más avezado se le ría y le diga "déjate de jo… con ese revólver, que si lo usas, vas vos en cana" y en vez de quedar amedrentados, le exigirán las llaves del rodado. ¿Qué hacer en los pocos segundos que tiene el vecino para decidir sobre cómo resolver su peligrosa situación?
En la confusión, nervioso, con miedo y o con mucha rabia - ya lo habrían robado varias veces y sabe de la sangrienta crónica roja- acaba apretando el gatillo sobre uno de los ladrones, que muere. A éste no le encuentran un arma encima aparte de un destornillador con el que estaba "trabajando". Su cómplice huye. Por lo tanto, la justicia presume que los rapiñeros no presentaban un peligro para el vecino y la víctima del intento del robo termina preso.
Para los impotentes ciudadanos, la impresión es que no hay protección legal para la víctima que trata de defender sus bienes. Solo podría disparar contra el presunto ladrón, en "legítima defensa". Preferentemente luego de ser herido o golpeado. Adelantarse al delincuente, aunque éste se encuentre en su propiedad, no corresponde. Si intenta defenderse y balea al intruso, aun dentro de su propiedad, dependiendo del juez, no si sabe si no lo mandan a la cárcel. Si acaso, mejor dejarse robar o algo peor, del momento que la delincuencia está completamente ensoberbecida.
El Juez Juvenal, que rápidamente dispuso la prisión para el suizo por matar a un ladrón de frondoso prontuario,- cuya actuación muy posiblemente haya estado conectada con la inseguridad reinante- es el mismo que el año pasado puso en libertad a un menor apodado El Pelón, a pesar de estar en conocimiento de que el joven de 17 años había cometido 2 asesinatos por haber intervenido en ambas causas. A resultas de ello, tres días más tarde, un decente repartidor de cigarrillos perdió la vida a manos de ese homicida que andaba suelto. Para justificarse, Juvenal argumentó que no había podido dictar sentencia antes de los 60 días, como demandaba la ley, porque el INAU no le había enviado un informe. Entonces, simplemente decretó su libertad. Ante semejante caso, la SCJ ordenó investigar, pero mientras tanto, el Sr. Juez ha seguido en funciones. Entre los argumentos manejados para dictar la prisión del suizo se dijo que no era un caso de legítima defensa, entre otras cosas porque el abatido no estaba armado, (no se sabe de su cómplice, pues fugó) aunque como lo hace notar el reconocido catedrático Miguel Langón, ese criterio no está establecido en la ley y no es un principio que se pueda plantear. Si lo está que queda exento de pena quien impide un daño. Más allá de que la defensa del hogar esté prevista en el código, la subjetividad del magistrado incide notoriamente.
El País Digital
jueves, 9 de febrero de 2012
UNA VERDAD QUE DEBERÍAMOS VER TODOS
Compartimos el artículo publicado en El País de hoy. No me rece más comentarios. Está toda la verdad
Entreguismo apátrida
RICARDO REILLY SALAVERRI
Lo que se llama Frente Amplio o cosas por el estilo ha sido siempre una aglomeración sin patria, producto final de una corriente inmigratoria que apostató de lo criollo, desde más o menos 1876 en adelante. Por ese entonces se ubican las primeras declaraciones de italianos y españoles que lejos de agradecer a la tierra que les recibía, proclamaban el internacionalismo como enseña y el caos social como instrumento para una utopía sin cimientos.
El socialismo de Frugoni, el socialismo en general, el comunismo y las organizaciones terroristas cuyos miembros hoy nos desgobiernan vienen de allí. Todo ello con una particularidad. Estos revolucionarios de la nada lo que en el fondo querían ayer como hoy era apropiarse de la hacienda y la vida ajena y gozarla como propia. Sin talentos ni virtudes. Y, sin "laburo" personal.
Mirar al gobierno actual es mirarse en el espejo de la peor decadencia histórica. Desde la apariencia personal hasta el lenguaje, y, no nos engañemos, la abrumadora carga tributaria que padecemos los uruguayos (más de dos mil y pico de dólares por año promedialmente), es para pagar una burocracia tan gorda como ineficiente.
El Partido Nacional, reza la prensa, a partir de un informe del senador Sergio Abreu, realizará una operación parlamentaria para exigir justificaciones a la entrega de soberanía que -la fuerza apátrida- viene practicando desde la Presidencia de Tabaré Vázquez.
El primer acto de entreguismo, repugnante para muchos que nos hicimos en la escuela de Luis Alberto de Herrera, fue en la campaña electoral de 2004, cuando Vázquez nombró al Cr. Danilo Astori, como futuro ministro de Hacienda en Washington, en las puertas del Fondo Monetario Internacional.
Era decirle a las aves de rapiña que dominan el mundo sin más respaldo que una imprenta impresora de dólares, "quédense tranquilos que les ponemos un sirviente que hará lo que le manden". El impuesto a la renta de las personas físicas, un eufemismo para penalizar a la gente que se esfuerza y quiere superarse y que es un impuesto a los ingresos brutos, es una medida que apunta a controlar la libertad de la gente, expresión patética del mundo que imaginó Orwell.
El levantamiento nacional del secreto bancario va en el mismo sentido.
Nuestra sumisión a Argentina y Brasil es incalificable. ¿Qué descubrió este desgobierno? ¿Algo que los nacionalistas y otros compatriotas con vivencia de nuestra Historia no supiésemos? ¿Que Brasil -Itamaraty- consideraba que su límite natural era el Río de la Plata y que nos tocaba -para la Cancillería argentina- como soberanía la "costa seca" y no teníamos derecho al uso del agua?
Y, la frutilla del postre es la entrega nacional a los designios de la OCDE, una organización de "capos" mafiosos del más alto nivel mundial, a la que se integraron porteños y brasileros, y en la que ya nos han metido algún puñal en la espalda.
Y, sepamos que nuestros vecinos no son Teresa de Calcuta, ni Santa Teresa de Ávila. Vamos a destruir -a pedido de estos vecinos- nuestro régimen de sociedades anónimas, vamos a darle información tributaria y confidencial de nuestro país a Argentina y Brasil.
¿En qué mundo viven el Pepe y sus acólitos? ¿En el de Chávez y Fidel? ¿En el del fracaso y la indignidad nacional? ¿Hasta qué punto se seguirá entregando la soberanía nacional?
El País Digital
Entreguismo apátrida
RICARDO REILLY SALAVERRI
Lo que se llama Frente Amplio o cosas por el estilo ha sido siempre una aglomeración sin patria, producto final de una corriente inmigratoria que apostató de lo criollo, desde más o menos 1876 en adelante. Por ese entonces se ubican las primeras declaraciones de italianos y españoles que lejos de agradecer a la tierra que les recibía, proclamaban el internacionalismo como enseña y el caos social como instrumento para una utopía sin cimientos.
El socialismo de Frugoni, el socialismo en general, el comunismo y las organizaciones terroristas cuyos miembros hoy nos desgobiernan vienen de allí. Todo ello con una particularidad. Estos revolucionarios de la nada lo que en el fondo querían ayer como hoy era apropiarse de la hacienda y la vida ajena y gozarla como propia. Sin talentos ni virtudes. Y, sin "laburo" personal.
Mirar al gobierno actual es mirarse en el espejo de la peor decadencia histórica. Desde la apariencia personal hasta el lenguaje, y, no nos engañemos, la abrumadora carga tributaria que padecemos los uruguayos (más de dos mil y pico de dólares por año promedialmente), es para pagar una burocracia tan gorda como ineficiente.
El Partido Nacional, reza la prensa, a partir de un informe del senador Sergio Abreu, realizará una operación parlamentaria para exigir justificaciones a la entrega de soberanía que -la fuerza apátrida- viene practicando desde la Presidencia de Tabaré Vázquez.
El primer acto de entreguismo, repugnante para muchos que nos hicimos en la escuela de Luis Alberto de Herrera, fue en la campaña electoral de 2004, cuando Vázquez nombró al Cr. Danilo Astori, como futuro ministro de Hacienda en Washington, en las puertas del Fondo Monetario Internacional.
Era decirle a las aves de rapiña que dominan el mundo sin más respaldo que una imprenta impresora de dólares, "quédense tranquilos que les ponemos un sirviente que hará lo que le manden". El impuesto a la renta de las personas físicas, un eufemismo para penalizar a la gente que se esfuerza y quiere superarse y que es un impuesto a los ingresos brutos, es una medida que apunta a controlar la libertad de la gente, expresión patética del mundo que imaginó Orwell.
El levantamiento nacional del secreto bancario va en el mismo sentido.
Nuestra sumisión a Argentina y Brasil es incalificable. ¿Qué descubrió este desgobierno? ¿Algo que los nacionalistas y otros compatriotas con vivencia de nuestra Historia no supiésemos? ¿Que Brasil -Itamaraty- consideraba que su límite natural era el Río de la Plata y que nos tocaba -para la Cancillería argentina- como soberanía la "costa seca" y no teníamos derecho al uso del agua?
Y, la frutilla del postre es la entrega nacional a los designios de la OCDE, una organización de "capos" mafiosos del más alto nivel mundial, a la que se integraron porteños y brasileros, y en la que ya nos han metido algún puñal en la espalda.
Y, sepamos que nuestros vecinos no son Teresa de Calcuta, ni Santa Teresa de Ávila. Vamos a destruir -a pedido de estos vecinos- nuestro régimen de sociedades anónimas, vamos a darle información tributaria y confidencial de nuestro país a Argentina y Brasil.
¿En qué mundo viven el Pepe y sus acólitos? ¿En el de Chávez y Fidel? ¿En el del fracaso y la indignidad nacional? ¿Hasta qué punto se seguirá entregando la soberanía nacional?
El País Digital
martes, 7 de febrero de 2012
COMPRANDO VOTOS
Estaba visto. La famosa "tarjeta de ayuda" del MIDES, solo tiene como objeto la compra de votos
Reparto sin control
El Estado uruguayo invierte una fortuna para asistir a los más necesitados sin controlar cómo emplean ese dinero los beneficiarios. Prueba de ello son dos datos divulgados en estos días. Por un lado se indica que con la tarjeta alimentaria del Mides se gastaron en tres meses más de dos millones de dólares en "comida chatarra" y hasta en productos de belleza, cera de autos y alimento para mascotas. Por otro, se sabe que el BPS hace cuatro años que no recibe información sobre la asistencia a clase de niños de hogares que perciben asignación familiar. Así no sirve.
El País Digital
Reparto sin control
El Estado uruguayo invierte una fortuna para asistir a los más necesitados sin controlar cómo emplean ese dinero los beneficiarios. Prueba de ello son dos datos divulgados en estos días. Por un lado se indica que con la tarjeta alimentaria del Mides se gastaron en tres meses más de dos millones de dólares en "comida chatarra" y hasta en productos de belleza, cera de autos y alimento para mascotas. Por otro, se sabe que el BPS hace cuatro años que no recibe información sobre la asistencia a clase de niños de hogares que perciben asignación familiar. Así no sirve.
El País Digital
sábado, 4 de febrero de 2012
LA DICTADURA DEL MSP
A continuación trascribimos el artículo escrito por Javier García en El País del día de hoy. Quizás el Dr. García no quiso decirlo, por delicadeza, que estamos en manos de ignorantes que ejercen una dictadura a su gusto y sin ningún conocimiento.
Los subrayados son nuestros
Da Vinci o da vergüenza
JAVIER GARCÍA
Los argumentos de la Junta Nacional de la Salud (Junasa) y el MSP para negar la instalación de un dispositivo de cirugía de última generación, el "robot quirúrgico", a un sanatorio podrían haber sido esgrimidos por Pablo Mármol, el personaje de Los Picapiedras, pero no por autoridades sanitarias en el siglo XXI. Son de una precariedad y rusticidad que espantan. Ninguno de los intentos de argumentación se explica en fundamentos científicos, sino en una ideología propia de un manual de épocas de la guerra fría.
El "aparatito" según la precisa definición técnica de nada menos que el presidente de la Junasa, no puede ser traído por cualquiera para "lucrar" con él, afirmó. Y en una aseveración, esta sí contundente, dijo con resignación que "el país no está preparado para tener este aparato (¿no era aparatito?) tan importante".
Se anuncia ahora ante las críticas generalizadas su autorización a la brevedad, a pesar de que hace dos años se había empezado el trámite respectivo. Confirma esto que la negativa no era científica.
El tema de fondo, que no está resuelto, es el ingreso de la tecnología médica y su autorización. Hay un parte aguas que nos diferencia. Mientras desde el gobierno y su MSP, este y el anterior, se sostiene la idea de que la tecnología debe ingresar primero por el Estado y el sector público y luego autorizarse a las mutualistas y privados, nosotros defendemos que lo importante no es quién la trae sino que esté al alcance de todos los uruguayos. Si está en Uruguay a ella se podrá recurrir por los pacientes independientemente de dónde se atiendan, si no está aquí solo llegan quienes tienen miles de dólares para tratarse en el extranjero. Así accedimos siempre los uruguayos a la alta tecnología y el Fondo Nacional de Recursos es el mejor ejemplo.
Lo mismo hicieron con el PET al que prohibieron traer por el sector privado con el resultado que miles de uruguayos que lo necesitaban no accedieron por manía ideológica del gobierno. Los burócratas que recurren a consignas para prohibirlo pueden económicamente, si necesitaran esos estudios y tratamientos y Dios quiera que no lo precisen, viajar a realizarlos al exterior, ¿o se negarían a curar su salud por razones políticas? Ellos pueden, pero la mayoría no. Con la vacuna contra el HPV pasa lo mismo.
Quienes impiden el avance científico amparados en criterios de "para todos o para nadie" y reivindican en falsa oposición una atención primaria que evitaría gastos en medicina de alta complejidad, son los mismos que tenían en los hospitales de ASSE a 5.000 uruguayos esperando ser operados desde el período pasado por lo cual se debió declarar la emergencia sanitaria dos veces, ahí no hablaron de la justicia y la igualdad. Son también responsables de que un niño en el P. Rossell espere meses para ver un oculista o un neuropediatra. O mantienen embalado un tomógrafo en el H. Español, mientras pagan tomografías en clínicas privadas, o no se enteran cuando deben desalojar salas que se inundan con techos peligrosos como pasó en el Hospital de Paysandú.
La ideología no cura enfermos y menos la ideología que les aplican a otros pero no a ellos. Y con respecto a si algunos lucran con "aparatitos", yo creo que sí. Y mientras sea legítimo y curen gente no hay porque oponerse. Pero en ese caso quien mejor lo puede responder es el expresidente Vázquez, que de eso sabe mucho.
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Los subrayados son nuestros
Da Vinci o da vergüenza
JAVIER GARCÍA
Los argumentos de la Junta Nacional de la Salud (Junasa) y el MSP para negar la instalación de un dispositivo de cirugía de última generación, el "robot quirúrgico", a un sanatorio podrían haber sido esgrimidos por Pablo Mármol, el personaje de Los Picapiedras, pero no por autoridades sanitarias en el siglo XXI. Son de una precariedad y rusticidad que espantan. Ninguno de los intentos de argumentación se explica en fundamentos científicos, sino en una ideología propia de un manual de épocas de la guerra fría.
El "aparatito" según la precisa definición técnica de nada menos que el presidente de la Junasa, no puede ser traído por cualquiera para "lucrar" con él, afirmó. Y en una aseveración, esta sí contundente, dijo con resignación que "el país no está preparado para tener este aparato (¿no era aparatito?) tan importante".
Se anuncia ahora ante las críticas generalizadas su autorización a la brevedad, a pesar de que hace dos años se había empezado el trámite respectivo. Confirma esto que la negativa no era científica.
El tema de fondo, que no está resuelto, es el ingreso de la tecnología médica y su autorización. Hay un parte aguas que nos diferencia. Mientras desde el gobierno y su MSP, este y el anterior, se sostiene la idea de que la tecnología debe ingresar primero por el Estado y el sector público y luego autorizarse a las mutualistas y privados, nosotros defendemos que lo importante no es quién la trae sino que esté al alcance de todos los uruguayos. Si está en Uruguay a ella se podrá recurrir por los pacientes independientemente de dónde se atiendan, si no está aquí solo llegan quienes tienen miles de dólares para tratarse en el extranjero. Así accedimos siempre los uruguayos a la alta tecnología y el Fondo Nacional de Recursos es el mejor ejemplo.
Lo mismo hicieron con el PET al que prohibieron traer por el sector privado con el resultado que miles de uruguayos que lo necesitaban no accedieron por manía ideológica del gobierno. Los burócratas que recurren a consignas para prohibirlo pueden económicamente, si necesitaran esos estudios y tratamientos y Dios quiera que no lo precisen, viajar a realizarlos al exterior, ¿o se negarían a curar su salud por razones políticas? Ellos pueden, pero la mayoría no. Con la vacuna contra el HPV pasa lo mismo.
Quienes impiden el avance científico amparados en criterios de "para todos o para nadie" y reivindican en falsa oposición una atención primaria que evitaría gastos en medicina de alta complejidad, son los mismos que tenían en los hospitales de ASSE a 5.000 uruguayos esperando ser operados desde el período pasado por lo cual se debió declarar la emergencia sanitaria dos veces, ahí no hablaron de la justicia y la igualdad. Son también responsables de que un niño en el P. Rossell espere meses para ver un oculista o un neuropediatra. O mantienen embalado un tomógrafo en el H. Español, mientras pagan tomografías en clínicas privadas, o no se enteran cuando deben desalojar salas que se inundan con techos peligrosos como pasó en el Hospital de Paysandú.
La ideología no cura enfermos y menos la ideología que les aplican a otros pero no a ellos. Y con respecto a si algunos lucran con "aparatitos", yo creo que sí. Y mientras sea legítimo y curen gente no hay porque oponerse. Pero en ese caso quien mejor lo puede responder es el expresidente Vázquez, que de eso sabe mucho.
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