En el día de hoy, 18 de Mayo de 2010, leímos en el diario El País, un editorial de la Sra. Julia Pou de Lacalle sobre la educación de los adolescentes en nuestro país.
En dicho artículo (Nuestros jóvenes), la Sra. Pou dice: “Más allá de la importancia del tema con respecto a lo estrictamente académico, al hecho innegable de cómo afecta a quienes son desertores del sistema en la hora de buscar su oportunidad laboral, es conveniente analizar las causas del abandono prematuro de los estudios así como sus consecuencias desde el punto de vista humano.”
Y, más adelante, continúa: “No podemos descartar, sin tener informes profundos acerca de la validez de los conocimientos que se imparten en nuestros liceos, que los contenidos de los programas que se brindan a los jóvenes no sean adecuados a las nuevas realidades, que no se compadezcan con las exigencias del mercado laboral y que por ese motivo sean causa de frustración y abandono temprano del liceo.
En otras palabras, quizás el "aggiornamento" de los contenidos pueda ser un instrumento de urgente utilización para evitar que siga la sangría que tanto nos va a perjudicar a todos y en especial a los jóvenes que desencantados huyen del sistema… hacia ningún lado… ”
Es, justamente en este punto donde queremos hacer puntualizaciones.
Los “Programas” de las diferentes asignaturas de la Educación Media en nuestro país han “sufrido” cambios a través del tiempo. Basta con pensar que existieron diferentes “Planes de Estudio” a través del tiempo (1942, 1962, Plan Piloto, 1976, 1985, etc.) algunos de los que se aplicaron simultáneamente en diferentes Centros de Estudio.
La pregunta que nos hacemos es: ¿A qué se atribuyen los diferentes cambios en dichos Planes de Estudio? ¿Cuándo se hizo una evaluación a fondo de los mismos que justificaran los cambios?
Quizás se pueda decir que el sistema de educación media fue evaluado en varias oportunidades por el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE (Pisa, por sus siglas en inglés), a lo cual podemos contestar que dicha evaluación se efectúa sobre competencias y no sobre contenidos. Además dicho Programa se aplica sobre una “población estudiantil” elegida que puede dar resultados comparativamente buenos, regulares o malos, pero nada nos dice sobre la verdadera “realidad” de nuestra educación media.
En el actual Plan de Estudio, se puede egresar del Ciclo Secundario, sin nunca haber dado un examen. ¿Y qué se logra con esto? Aumentar, en las estadísticas, la cantidad de egresados que, ni siquiera sabemos cuales son los conocimientos adquiridos y mucho menos los valores que forman al individuo.
Una explicación a la NO evaluación de los diferentes Planes de Estudio sea la fuerza que tiene a lo que el actual Presidente de la República ha llamado “corporativismo de los sindicatos” refriéndose a los Gremios de la Educación.
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