Recibimos y publicamos
DE LA "COLCHA DE RETAZOS" AL "CAMBALACHE"
CORTANDO GRUESO: CAMBALACHE FRENTISTA Por Alfredo García
publicado a la(s) 12/05/2011 00:12 por Semanario Voces
Saturados, aburridos, decepcionados, indiferentes, así se encuentran un montón de ciudadanos por la sucesión de hechos que protagonizan el Frente y el gobierno. Otros, estamos preocupados, alarmados, nerviosos y muy calientes por el manejo que hacen de la política y de la fuerza política cuatro gatos locos. No es de izquierda callarse frente a la injusticia y menos aun callarse frente a aquellos que hipotecan el futuro del proyecto frentista. Así que acá van varias cosas que teníamos miedo de decir.
“problemático y febril...”
El Frente Amplio está muerto. El movimiento político concebido en 1971 que agrupaba por vez primera a un vasto espectro de la sociedad uruguaya bajo la forma de coalición y movimiento, ha dejado de existir.
Nació como resultado de varios vectores: de las luchas obreras y estudiantiles, de la radicalización de la clase media y los intelectuales, del desgaste de los partidos tradicionales,de la opción por los más humildes de la teología de la liberación, de la crisis económica y de la revolución cubana. Del colapso del modelo batllista, del Mayo francés, de la militancia de los comunistas, del movimiento hippie y las acciones de los tupas. Creció con una efervescencia incontenible, proliferó en incontables comités de base rebosantes de gente, discutió, polemizó y revolucionó la vida política uruguaya. Éramos tantos militantes como votantes y alcanzamos un techo, pero llegamos para cambiar la vida y ni la dictadura lo pudo exterminar. Renació con la liberación de Seregni y comenzó a transitar un largo sendero de veinte años hasta alcanzar el gobierno y se transformó en un inmenso movimiento de masas. Con altibajos y conflictos internos se convirtió en la mayor organización política de nuestro país. Y en este proceso tuvo que pagar costos.
“se ha mezclao la vida”
El Frente Amplio es una coalición de burócratas. Mal que nos pese se liquidó la ecuación: coalición y movimiento. Aquellas estructuras de base y dirección repletas de gente no existen más. Los pocos comités existentes sufren de insuficiencia militante y solo reverdecen un poquito en vísperas de congresos y elecciones. En el primer caso para obtener puestos de delegados, tan caros a las organizaciones que carecen del respaldo de los votos y así poder incidir en la interna frenteamplista. Con nombre y apellido: Partido Comunista. Y en el segundo, como mano de obra barata para repartir listas y hacer propaganda, aunque cada vez más los sectores se lanzan por la propia y hasta contratan gente para que haga las tareas. Los comités dejaron de ser esos semilleros de ideas, de actividades y de inserción barrial de antaño, hay que asumirlo. ¿Qué pasa en las estructuras centrales? De las comisiones mas vale ni hablar por la inoperancia que han demostrado. La casa central del Frente se ha vuelto un bastión de funcionarios rentados o delegados sectoriales que no largan la silla ni aunque vengan degollando. En la mesa política y en el plenario tienen delegados algunas organizaciones que son casi empresas unipersonales, porque siendo francos, ¿cuánta gente agrupan grupúsculos como la Corriente de Izquierda (CI), el POR (Partido Obrero Revolucionario), el FIDEL (Frente Izquierda de Liberación), el PVP (Partido por la Victoria del Pueblo), el PST (Partido Socialista de los Trabajadores) el Movimiento 20 de Mayo, la CUF, el Movimiento Socialista o Compromiso Frenteamplista? Y para qué vamos a hablar de los delegados de las bases. Me atrevo a decir que en un 90% pertenecen a organizaciones políticas a las que rinden obediencia y representan sus posturas más que las de la masa frenteamplista que tanto invocan.
“los ignorantes nos han igualao”
El Frente Amplio esta manejado por mediocres.
Hay que asumirlo, se acabó el tiempo de aquellos dirigentes con un nivel político impresionante. Se fueron los Rodney Arismendi, los Juan Pablo Terra, los Héctor Rodriguez, los José Pedro Cardozo, los Carlos Quijano, los Hugo Cores, los Zelmar Michelini, los Raul Sendic o los Liber Seregni. Y con ellos no solo perdimos estatura ideológica, también se fueron un montón de valores. Hoy, la permanencia o la obsecuencia son una garantía para llegar a dirigente. Así estamos plagados de un sin fin de oportunistas, de todos pelos y señales, que se acercaron al calorcito del poder y se aferran a él. Están los que cambian de grupo como de camiseta, los que hoy dicen A y mañana B, porque consiguen algo a cambio. Son la nueva “nomenklatura”, que sirven para un barrido como para un fregado. Hoy soy edil, mañana director de un ente, pasado alcalde y luego diputado. Por supuesto que la carrera de dirigente sindical también es una buena forma de llegar a algún carguito. La formación política es la gran ausente, total para qué, si la lucha ideológica dejó paso a la lucha por los puestos. En esta “chauchez” surge entonces una nueva categoría de gúrues de la esfera política. Los politólogos. Se vuelven la referencia ineludible para cualquier análisis, noticia, estudio o mensaje. Poseen una enorme capacidad de adaptar la realidad a las teorías por ellos estudiadas y a predecir el futuro, manteniendo una perfecta equidistancia con las posturas partidarias. Menos mal. Porque cuando les da por saltar la frontera entre la academia y la política es un papelón. Parafraseando el refrán: “lo que natura no da, Salamanca no presta”, lanzamos la versión uruguaya: “lo que la experiencia política no te dio, no lo conseguís en la UDELAR”.
“maquiavelos y estafaos”
El Frente Amplio sufre una guerra de aparatos.
Las luchas intestinas no son una novedad en la izquierda y nunca fueron de guante blanco. Había proyectos diversos y se planteaban vías diferentes. Se polemizaba duro y parejo, y muchas veces no solo con palabras. Cómo olvidar los debates sindicales sobre lucha de conjunto o golpeteo y desgaste en la década del setenta. Cómo no recordar el dilema foco o partido. Cómo no traer a la memoria la discusión sobre los comunicados 4 y 7 de las Fuerzas Armadas y la disputa sobre si la dictadura era fascista o no. Es imposible olvidar la polémica por el voto en blanco del 82, el pacto del Club Naval en el 84 y la reforma Constitucional del 96 en el seno de la izquierda. Pero la escala de valores y las metas eran las mismas. Y las organizaciones políticas agrupaban cuadros y masas, movían gente y eran una cantera inagotable de ideas y propuestas. Se generaba acumulación hacia un proyecto de cambio, que sin estar muy definido, se presentía inexorable. Varios muros se nos cayeron encima y la militancia de otrora pasó en gran medida a cuarteles de invierno. Hoy la gran mayoría de la izquierda no esta encuadrada en organización alguna y sin dejar de ser izquierda se mantiene independiente. Eso lleva a que los sectores políticos queden reducidos a su mínima expresión, pero un aparatito organizado influye más que miles de personas. Así se mueven hoy los sectores políticos en la interna frentista, ocupando posiciones y disputando espacios entre ellos. Lo peor del caso es que dentro de los propios grupos hay a su vez otros aparatos que muchas veces se embarcan en luchas fratricidas. No hace falta más que mirar al interior del MPP, el partido Socialista, la Vertiente, el partido Comunista o Asamblea Uruguay para distinguir fracciones y tendencias en lucha encarnizada.- Todos ellos mantienen aun en forma inconciente la concepción leninista de la organización, aunque renieguen de Lenin o lo desconozcan. Unidad de acción, centralismo democrático, disciplina partidaria, verticalismo, son solo algunos de los conceptos aplicados y ellos tiñen el funcionamiento de todo el Frente Amplio. Es así que se definen programas, líneas de acción y candidaturas, la mayor de las veces a espaldas de la gente. Porque la gente común no está para entrar en la picadora de carne de la militancia sectorial y los deja hacer a estos iluminados que la tienen clara. A veces a alguno se le va la mano con el aparatismo y los otros protestan, pero ninguno se anima a patear el tablero porque todos juegan al mismo juego, y tienen alternadamente el control y la posibilidad de ganar.
“¡qué atropello a la razón!”
El Frente Amplio es antidemocrático.
Estamos viviendo hoy una situación caótica, donde se va para atrás y para adelante, mezclando cuestiones políticas con posturas éticas. Donde cualquier voz disidente es catalogada de traidora y enseguida salen un montón de Robespierres criollos queriendo cortar cabezas. Donde para muchos (en realidad una pequeña minoría) el tema impunidad es su razón de ser, de existir, y no transan con nada ni nadie. Fundamentalistas de los derechos humanos, tomando como tales solo algunos, no reparan en los riesgos que ponen al proyecto de cambio de la izquierda. Y no estoy hablando de elecciones, sino de las profundas transformaciones que comenzamos y que pueden trancarse si despreciamos olímpicamente el mecanismo de la democracia directa. Si en el futuro gobiernan otros, ¿con qué cara podremos salir a pedir firmas, para que el pueblo decida? La miopía política es mala consejera y el afán revanchista es un pésimo aliado. El tema es demasiado importante y demasiado sensible para una enorme mayoría de la población como para resolverlo a lo Pirro, por la circunstancial mayoría parlamentaria. Acá se precisa volver al viejo espíritu seregnista y reivindicamos el consenso como salida para este tema. Un consenso nacional porque la mayoría de los uruguayos rechazan la impunidad, pero también quieren mirar hacia delante, dejando atrás una parte negra de nuestra historia.
“revolcaos en un merengue”
Los líderes del Frente Amplio metieron la pata.
Dejarse llevar por la costumbre no es una buena práctica en la vida política y más si lo que se pretende es la transformación en serio de nuestra sociedad. Estamos hablando de la aceptación de la política del hecho consumado en lo que a impulsar plebiscitos se refiere. ¿Recuerdan el plebiscito de Ancap? Había un proyecto redactado -entre otros- por dirigentes frentistas de primer nivel y ante la iniciativa del sindicato de impulsar una consulta popular, Tabaré dejó colgados a esos compañeros y se subió en forma oportunista al planteo. Luego sufrió en carne propia los efectos del plebiscito del agua que tuvo que aplicar siendo presidente. En el caso del plebiscito contra la impunidad de la papeleta rosada, la macaneó el Pepe, porque aun sin estar de acuerdo con la oportunidad del mismo, cedió a presiones y firmó. Yo no me olvido de las fotos del entonces senador Mujica cargando las cajas con las firmas en el Palacio Legislativo, mostrando tácitamente su apoyo con esa actitud. Un dirigente no cede a presiones por mezquinos cálculos electorales, cuando considera que algo es inconveniente. Pero la cosa se complica más todavía, porque aun no está claro el papel del presidente en la participación del canciller en la elaboración de la ley interpretativa, al que luego desautoriza públicamente. Y en la votación en el Senado, ¿era tan difícil convencer a Fernandez Huidobro para que votara en contra antes de renunciar? Porque de esa manera se hubiera evitado todo este enredo. O -por otro lado- quién entiende a Danilo Astori que vota a favor de la ley y luego declara en una entrevista que no está de acuerdo con el proyecto. ¿Tuvo temor de los costos políticos que hubiera tenido su voto negativo? De las volteretas que practica Vázquez en torno al tema, no vale la pena ni hablar, el hombre -pensando en su carrera presidencial del 2014- quiere asegurarse de caer parado. Lo que queda claro es que ninguno de los dirigentes de nuestra fuerza política, tuvo las agallas o la visión de lo que se venía para enfrentar este tema y como dice el tango quedaron: “en el mismo lodo, todos manoseados”.
“Dale nomás, dale que va…”
El Frente Amplio debe ser refundado.
No se banca más esta situación. Los estridentes reclamos de los recién llegados, modernos adalides de la justicia que dictan cátedra de ética y coherencia, dan pena.
No se aguanta más este escenario. Donde los subidos al carro del frenteamplismo y a los votos de otros, intentan marcar la línea correcta, que ellos dicen poseer.
No se soporta más esta comedia. Donde los aparatchiks de turno se aferran a estatutos y porcentajes para no perder el control de la mayor organización de la izquierda uruguaya. Siendo como son un insignificante cinco por ciento.
No se tolera más esta payasada. Donde todos miden los costos políticos de sus sectores y los beneficios que pueden sacar de la coyuntura. Cobrando antiguas deudas y haciendo pagar a los otros por los errores colectivos.
No se resiste más este manejo inescrupuloso. El tema de la impunidad es demasiado sensible para la izquierda uruguaya y nadie puede apropiárselo. A todos nos duele por igual y todos tenemos nuestros compañeros caídos.
Pero no es el único tema y quizás ni sea el más importante. Entonces, no se trata de dividir aguas firmando proclamas o haciendo gárgaras de principismo. Es hora de que los frentistas en masa, los de a pie, los que no aspiramos honores o cargos, los independientes de siempre, los “fasecas”, alcemos nuestras voces, porque lo que esta en juego es el proyecto de todos. Las organizaciones son un medio no un fin, aunque alguno parece haberlo olvidado. Y si es necesario tendremos que sacudir y en serio las raíces de nuestro árbol interno. Porque si en la filosofía tanguera, “el mundo siempre fue una porquería”, nosotros los frentistas no estamos dispuestos a que lo siga siendo.-Y más que nunca queremos liquidar el cambalache.-
Un sitio en el que, espero, todo aquel que lo lea pueda dejar su opinión sobre los temas que se tratan
martes, 24 de mayo de 2011
martes, 10 de mayo de 2011
¿Se acuerdan de Leonardo Nicolini?
Recibimos y publicamos
Ex diputado y ex senador del MPP-FA que estuvo involucrado en la presentación de faxes truchos como supuestas pruebas y razón por la cual fue suspendido como diputado.
Después siendo ya senador y ganando en aquel entonces 75.000 pesos por mes presentó una declaración jurada falsa para obtener el carné de pobre para someterse a una operación de riñones.
Por este motivo fue expulsado del MPP, del senado (a pedido del propio MPP), etc... etc...
Una persona así debería desaparecer de la faz política de un país serio ... o la otra alternativa es darle de nuevo un carguito en algún lugar donde no esté muy expuesto a la opinión pública...
Bueno ... Leonardo Nicolini, fue designado Agregado Cultural, de la embajada Uruguaya en Argentina.......
LAMENTABLE...
Ex diputado y ex senador del MPP-FA que estuvo involucrado en la presentación de faxes truchos como supuestas pruebas y razón por la cual fue suspendido como diputado.
Después siendo ya senador y ganando en aquel entonces 75.000 pesos por mes presentó una declaración jurada falsa para obtener el carné de pobre para someterse a una operación de riñones.
Por este motivo fue expulsado del MPP, del senado (a pedido del propio MPP), etc... etc...
Una persona así debería desaparecer de la faz política de un país serio ... o la otra alternativa es darle de nuevo un carguito en algún lugar donde no esté muy expuesto a la opinión pública...
Bueno ... Leonardo Nicolini, fue designado Agregado Cultural, de la embajada Uruguaya en Argentina.......
LAMENTABLE...
¿AUTOS PARA LA BASURA?
Escuchamos, en el informativo de los canales de aire, la compra de vehículos efectuada por la Intendencia Municipal de Montevideo, y vimos la demostración de los mismos. De la página Web de Canal 12, reproducimos:
Autos y máquinas para limpieza de la ciudad
La Intendencia de Montevideo recibió nuevo equipamiento que compró para el sector responsable de la limpieza de la ciudad.
La Intendencia compró tres palas cargadoras, diez autos y cuatro camiones. La flota seguirá siendo renovada en los próximos meses.
¿Es posible que nos sigan tomando el pelo impunemente? Los autos ¿para quienes son?
Una vergüenza y todavía lo anuncian con "bombos y platillos"
¿Seremos tan idiotas los uruguayos?
Autos y máquinas para limpieza de la ciudad
La Intendencia de Montevideo recibió nuevo equipamiento que compró para el sector responsable de la limpieza de la ciudad.
La Intendencia compró tres palas cargadoras, diez autos y cuatro camiones. La flota seguirá siendo renovada en los próximos meses.
¿Es posible que nos sigan tomando el pelo impunemente? Los autos ¿para quienes son?
Una vergüenza y todavía lo anuncian con "bombos y platillos"
¿Seremos tan idiotas los uruguayos?
lunes, 2 de mayo de 2011
Y EN URUGUAY, ¿NO VAMOS CAMINO A LO MISMO?
Hay que ser ciego para no ver que el continuo debilitamiento de nuestras fuerzas armadas, no tiene otro objetivo que la creación, a corto plazo, de “milicias populares”. ¿Por qué tanto insistir con la mal dicha anulación de la ley de caducidad? ¿Por qué traspasar personal del Ejército a la Policía? Son solo los pasos previos.
¿Y la OEA?
Un reciente decreto de Hugo Chávez consolidó a las "Milicias Bolivarianas" como parte de las Fuerzas Armadas de Venezuela. Esas milicias son grupos de civiles partidarios del gobierno y dotados de armas "para defender la revolución", es decir, una suerte de guardia pretoriana de Chávez y un instrumento para intimidar a la oposición.
Hace pocos días, miles de milicianos armados desfilaron por el centro de Caracas gritando consignas contra los opositores y llegaron al palacio de Miraflores a presentarle saludos a su jefe. Con la creación de esta nueva rama del ejército integrada por adictos a su régimen, el gobierno de Chávez da un paso más hacia la dictadura ante la alarma de los opositores que se disponen a denunciar la situación ante organismos internacionales. A fines del año próximo habrá elecciones y la coalición opositora teme que las milicias, integradas por más de 100.000 personas, se empleen para enturbiar los comicios o desconocer sus resultados si son adversos al oficialismo.
A todo esto, la Organización de Estados Americanos -tan sensible cuando se trata de condenar a países democráticos como ocurrió hace poco con Uruguay- guarda piadoso silencio. Una actitud que equivale a aceptar la creación de una fuerza paramilitar que tarde o temprano será usada para sofocar al pueblo venezolano. Es que las "Milicias Bolivarianas" fueron creadas a imagen y semejanza de las "Camisas Negras" de Hitler o los "Comités Populares" del coronel Gadafi, ese amigo de Hugo Chávez.
Con tales antecedentes debe esperarse lo peor. La OEA, habilitada por la "cláusula democrática" que la faculta a intervenir allí donde aparezcan brotes dictatoriales, debería actuar de inmediato.
El País Digital
¿Y la OEA?
Un reciente decreto de Hugo Chávez consolidó a las "Milicias Bolivarianas" como parte de las Fuerzas Armadas de Venezuela. Esas milicias son grupos de civiles partidarios del gobierno y dotados de armas "para defender la revolución", es decir, una suerte de guardia pretoriana de Chávez y un instrumento para intimidar a la oposición.
Hace pocos días, miles de milicianos armados desfilaron por el centro de Caracas gritando consignas contra los opositores y llegaron al palacio de Miraflores a presentarle saludos a su jefe. Con la creación de esta nueva rama del ejército integrada por adictos a su régimen, el gobierno de Chávez da un paso más hacia la dictadura ante la alarma de los opositores que se disponen a denunciar la situación ante organismos internacionales. A fines del año próximo habrá elecciones y la coalición opositora teme que las milicias, integradas por más de 100.000 personas, se empleen para enturbiar los comicios o desconocer sus resultados si son adversos al oficialismo.
A todo esto, la Organización de Estados Americanos -tan sensible cuando se trata de condenar a países democráticos como ocurrió hace poco con Uruguay- guarda piadoso silencio. Una actitud que equivale a aceptar la creación de una fuerza paramilitar que tarde o temprano será usada para sofocar al pueblo venezolano. Es que las "Milicias Bolivarianas" fueron creadas a imagen y semejanza de las "Camisas Negras" de Hitler o los "Comités Populares" del coronel Gadafi, ese amigo de Hugo Chávez.
Con tales antecedentes debe esperarse lo peor. La OEA, habilitada por la "cláusula democrática" que la faculta a intervenir allí donde aparezcan brotes dictatoriales, debería actuar de inmediato.
El País Digital
HIPÓCRITAS
De acuerdo a lo declarado por la Senadora Topolanski, hay que cambiar todos los libros sobre la historia reciente, donde se afirma que los tupamaros lucharon contra la dictadura.
Esto sucede igual que con el “discurso” de “historiador”, del que se desprende que Uruguay no existe y es solo una provincia más de Argentina y que Artigas no debería tener la estatua en la plaza Independencia
¡Ay senadora!
Los tupamaros dicen que lucharon contra la dictadura y tratan de probarlo corriendo fechas (hasta ahora intentaban antedatarla a 1968) y sosteniendo que sus atentados tenían un carácter meramente defensivo. Los argumentos son tan forzados que ellos mismos se contradicen a cada rato como acaba de hacerlo Lucía Topolansky en un homenaje a Raúl Sendic.
Allí, la senadora recordó que los comienzos de la lucha armada fueron en 1963 con el asalto al club de Tiro Suizo, en Colonia. Acto seguido, mencionó una reunión de tipo fundacional en Parque del Plata en 1965 a la que no asistió pero, según ella, fue decisiva para la consolidación del grupo guerrillero. A confesión de parte, relevo de prueba. Salvo que Topolansky alegue ahora que en esos años -1963 o 1965- había dictadura.
El País Digital
Esto sucede igual que con el “discurso” de “historiador”, del que se desprende que Uruguay no existe y es solo una provincia más de Argentina y que Artigas no debería tener la estatua en la plaza Independencia
¡Ay senadora!
Los tupamaros dicen que lucharon contra la dictadura y tratan de probarlo corriendo fechas (hasta ahora intentaban antedatarla a 1968) y sosteniendo que sus atentados tenían un carácter meramente defensivo. Los argumentos son tan forzados que ellos mismos se contradicen a cada rato como acaba de hacerlo Lucía Topolansky en un homenaje a Raúl Sendic.
Allí, la senadora recordó que los comienzos de la lucha armada fueron en 1963 con el asalto al club de Tiro Suizo, en Colonia. Acto seguido, mencionó una reunión de tipo fundacional en Parque del Plata en 1965 a la que no asistió pero, según ella, fue decisiva para la consolidación del grupo guerrillero. A confesión de parte, relevo de prueba. Salvo que Topolansky alegue ahora que en esos años -1963 o 1965- había dictadura.
El País Digital
Suscribirse a:
Entradas (Atom)